El contraste entre la oscuridad y la luz representa una metáfora, un icono del eterno contraste entre el bien y el mal, entre lo conocible y lo desconocido, entre la revelación y el misterio.
Sin embargo, esa profunda oscuridad puede entenderse como la fase de elaboración y maduración de un pensamiento, un paso necesario hacia la plena conciencia y conocimiento.
A través de las obras de los artistas seleccionados, la exposición pretende presentar diferentes maneras de concebir estos contrastes, de modo que podamos captar los aspectos más evidentes pero también los más ocultos y misteriosos de nuestra contemporaneidad.